domingo, 5 de junio de 2011

MI CIUDAD A MI PARECER

Breve Reflexión

·         Contexto natural de mi ciudad

La vida en Guadalajara Jalisco México se ha modificado con el paso del tiempo. A mi parecer, la ciudad estaba planeada en un principio para ser habitada por una pequeña población y actualmente está saturada de gente.
El tráfico que experimentamos en la ciudad es exagerado ya que es común que las familias sean acreedoras de un coche por persona. Por tanto en promedio una familia tiene regularmente de tres a cinco automóviles. Esta situación, que mas que una  necesidad es considerado status, provoca que la contaminación del aire sea proporcional a la del distrito federal, siendo que la ciudad de México es mucho más grande que Guadalajara.
Un problema enorme que tiene mi ciudad, es la cantidad de edificios departamentales que se han estado construyendo durante los últimos años. En poco tiempo no tendremos  agua suficiente para abastecer tantos habitantes.
Por esta misma razón, y la corrupción de algunos cuantos se construyen departamentos en áreas verdes. No respetamos la naturaleza en mi ciudad, ya que aunque no lucremos con las ganancias de aquellos que se llenan los bolsillos con obras ilícitas, permitimos que destruyan poco a poco los pulmones de la ciudad como Colomos, La Primavera y Las  Cañadas.
Todos sabemos que es lo que pasa cuando se extrae tanto de la tierra, desde sus ríos hasta sus bosques. Solo existe un final y es conocido como DESIERTO.
 
·         Comparación de tendencias ecológicas
Me sorprendió  mucho ver los videos  que nos enviaste.
Nunca hubiera imaginado que en verdad existan personas que viven con lo mínimo por gusto y que reciclan la basura de otros para decorar sus casas. Me pareció sorprendente como Nuria y Manolo utilizan diariamente la bicicleta y apuestan por el reciclaje comenzando por sus muebles. Su casa es un lugar tremendamente agradable, conformado por una televisión usada y reparada, así como un ventilador sustituyendo al aire acondicionado. En su pequeño hogar cultivan un huerto, donde crecen lechugas y zanahorias. Antes de tomarla ducha, guardan el agua fría dentro de un recipiente, que después utilizan para regar o fregar los platos. Sus alimentos son cocinados en un horno que aprovecha la luz solar y las sobras de comida van directamente a su composta.

En Brasil en cambio, la austeridad es una realidad para toda una población, donde el ingenio de un hombre ha causado polémica y a base de su intelecto desarrollo una forma de ahorrar energía con una simple botella de agua, que ha llegado a tener la misma función que una pila de 60 watts.
La idea consiste en iluminar con botellas de agua de dos litros y dejar que el sol se filtre al colocarlas en el techo.
Una amigable forma de ayudar al medio ambiente y ahorrar dinero.


La misma idea fue aplicada en la escuela de arquitectura en Barcelona, solo con modificaciones.  En esta escuela encontramos un sistema formado por once conductores de sol de pequeñas dimensiones para evitar problemas de calor pero proporcionando abundante luz natural sin gastar energía.
La iluminación artificial de este recinto está regulada  ya que mide la potencia al calcular solo la luz de sol necesaria. Solo por las noches la luz eléctrica trabaja al 100%
Los conductos de solo disponen de un sistema de cierre motorizado que convierte el aula en una sala de proyecciones.

En cuanto al agua, se nos muestra una planta de tratamiento de aguas residuales, donde se explica que limpiarlas es todo un proceso biológico. Se reciben aguas negras de la población que habita en Chapala.
El agua negra entra, con un olor muy desagradable y se bombea para quitar toda la basura gruesa. Una vez que se quitan las basuras se pasan el agua a canales de sedimentación para sacarle las arenas y enviarlas al basurero. El agua entra al reactor biológico donde los microorganismos se encargan posteriormente de comer las grasas, aceites, metales pesados, jabones y detergentes.


La falta de agua, es nuestro problema más cercano,  el agua es desperdiciada sin pensar que en nuestra época es un privilegio poseer agua para nuestro consumo no estrictamente indispensable.

Debo confesar que mi familia y yo no somos el ejemplo perfecto de lo que yo definiría como “defensores del medio ambiente”. A  mi mama no le gusta utilizar más de una vez las botellas de agua, ya que le parece antihigiénico.
También formamos parte de las familias que provocan la contaminación, porque todos tenemos carro, y casi nunca vamos juntos a los lugares; ya que cada quien se va por su camino al terminar nuestros encuentros.

Supongo que deberíamos ser un poco menos egoístas con el medio ambiente y comenzar más que nada a reciclar las botellas, ya que es en lo que más gastamos.
En sí, no somos despilfarradores de agua. Siempre intentamos ahorrar agua durante la ducha, y tratamos de evitar pasar en la regadera más de diez minutos.
En conclusión, la mayoría de  las personas  formamos parte del consumismo y carecemos de todo tipo de conciencia  ambientalista. Aunque realmente no sería difícil  mejorar nuestro entorno, al moderar nuestra demanda desmedida de recursos naturales evitándole así una recarga de esfuerzo al planeta en su intento de proporcionar un correcto funcionamiento sustentable para todos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario