ANALISIS DE MI CUERPO

“Mi cuerpo implacable topía”

Breve Síntesis

Después de leer detalladamente el texto de Michael Foucault titulado “Mi cuerpo, implacable topía” mi percepción acerca de lo que es tangible sufrió un amplio cuestionamiento.

Para comenzar mi síntesis aportaré la definición de la palabra “Utopía”

Utopía:    proyección humana de un mundo idealizado que se presenta como alternativo al mundo realmente existente, ejerciendo así una crítica sobre éste.

Mi percepción de utopía no distaba mucho de la que se presenta dentro de este ensayo, puesto que siempre me ha gustado cuestionar que es la realidad contra nuestras propias idealizaciones que no siempre son acertadas.

En el inicio, el escritor describe un cuerpo, como la realidad tangible y temporal. Dice estar encadenado a este. Lo percibe como una “prisión” a la cual ha sido condenado.

Afirma que la realidad es finita, al contrario de la utopía que sueña con un supuesto ideal de lo real  humanamente imposible.

El hombre ha intentado alcanzar la inmortalidad sin darse cuenta de que las cosas finitas valen más que las que duran por siempre. Ha creado estatuas, solidas y tangibles… que ocupan un lugar en el espacio y no cambian con el tiempo, como la carne que muere y se pudre; hasta desaparecer.

Se hace una reflexión sobre el alma y se describe su pureza, eternidad y libertad… la utopía platónica.

De pronto, la lectura da un giro inesperado:

Michael propone algo insólito pero un tanto verdadero a mi parecer; El cuerpo presentado como el principal exponente utópico. Siendo este el protagonista de cuentos, leyendas y fantasías de gigantes y héroes grandiosos.

El cuerpo posee un gran potencial utópico por su simple adaptación al cambio de imagen. Cuando una persona se hace un tatuaje, utiliza una máscara o  se maquilla, crea una ilusión… una identidad inexistente y versátil… una auténtica utopía. 

La lectura nos dice que el cuerpo en realidad no está situado, sino que es el centro del mundo, donde este mismo imagina cualquier clase de utopía.

-          “Mi cuerpo es como la Ciudad del Sol: no tiene lugar, pero a partir de él  surgen e irradian todos los lugares posibles…{}”

De este modo estoy de acuerdo en la deducción que Michael nos muestra en su texto al decir que el reflejo en un espejo podría no ser real, ya que no puedo ir donde mi reflejo y al afirmar que un cadáver no puede ser visto por el mismo difunto.

Lo único real, aquello que adormece la utopía corporal y nos muestra que el cuerpo tiene un lugar definido; es cuando al hacer el amor compartes un momento de fusión y sientes que formas parte de algo mucho más grande que todo… formas parte de la conexión entre dos almas.